- Módulo de ingreso que permite identificación de rostro y toma de temperatura a distancia, sin necesidad de contacto físico entre personas.
- La tasa de reconocimiento facial 1:1 es mayor a 99.7%.
- La velocidad de reconocimiento facial es de menos de 1 segundo, agilizando los procesos de registro, evitando aglomeraciones y potenciales contagios.
La contingencia sanitaria ha presentado retos que antes no existían. Mientras no se erradique el virus, la población mundial se prepara para retomar las actividades productivas, al mismo tiempo que busca alternativas que protejan la salud y contribuyan a reducir la probabilidad de contagio. A lo largo de la cuarentena y de cara a la nueva normalidad, la tecnología ha tenido un papel determinante al ofrecer alternativas que promuevan la higiene, la salud y la distancia.
En este sentido, las aplicaciones de reconocimiento facial podrían representar grandes beneficios, atendiendo las medidas de seguridad recomendadas por los expertos. El reconocimiento facial sirve para verificar la identidad. Se toman varios puntos en la cara mediante dos cámaras instaladas en el lector, se crea una | plantilla que se almacena ligada a la información de la persona. |
“El reconocimiento facial es una tecnología que comienza a utilizarse en industrias de seguridad e identificación, no debe sorprendernos si en algunos años encontramos algoritmos de reconocimiento facial certificados para pagos y que nuestro nuevo NIP pueda ser una sonrisa. Sin embargo, la base de esa tecnología tiene muchas otras aplicaciones. Por ejemplo, en el contexto de la nueva normalidad, el reconocimiento facial en conjunto con sensores infrarrojos, pueden utilizarse en equipos que además permiten tomar la temperatura a distancia, todo a través de un dispositivo y sin necesidad de interacción humana. Es una solución segura y eficiente para agilizar el acceso a una escuela o a una oficina, y al mismo tiempo garantizar que la temperatura está dentro de los parámetros normales y no representa un riesgo”, explicó Aldo Peguero, fundador y director de Lorso Technologies.
El SW-1081D es un módulo vertical de control de acceso con medición de temperatura y reconocimiento facial que utiliza plataformas de hardware de alto desempeño. Está equipado con una cámara binocular de clase industrial, tecnología de reconocimiento facial y módulo de imagen térmica infrarroja para soportar identificación de caras con cubreboca. Emite una alarma automáticamente si existe una temperatura corporal anormal. También soporta la expansión de varios periféricos como lectores de tarjetas de identificación, lectores de huellas dactilares, etc., que pueden montarse en puertas de entrada y checadores para lograr un control de acceso de personal seguro y eficiente.
“Son equipos accesibles y que pueden hacer una diferencia en lugares de gran afluencia. Además, su versatilidad permite una fácil integración con otros softwares o periféricos que ya tengan las empresas. Es un complemento que puede ayudar a incrementar las medidas de seguridad necesarias para proteger a todos los que comparten el mismo espacio. Además, este módulo genera reportes a tiempo real e historial de mediciones”, concluyó Aldo Peguero.
La reapertura de espacios públicos requiere un compromiso comunitario de que todos elevan las precauciones para prevenir el contagio. Los protocolos de higiene y seguridad en espacios concurridos son fundamentales para agilizar la reactivación económica sin que esto implique riesgos para la población.